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Herbolaria, vía para emprender.

En la producción de plantas de Ana Laura Miranda Cruz se pueden encontrar —en esta época del año— flores como cempasúchil y nochebuena, pero en sus cultivos destacan, sobre todo, las de usos medicinales como la sábila, la artemisa, la hierbabuena, la menta, el tomillo, la lavanda, entre otras.

Al año, Ana Laura y su familia producen más de 700 mil plantas y flores que pueden ser usadas en la cocina o en la medicina tradicional. Señalan que son productores, vendedores, pero también han llegado a fabricar productos para promocionar sus plantas medicinales.

“Nosotros empezamos como todos los productores a meter flores ornamentales; las de consumo común como las rosas que, ojo, no dejamos de producir, pero poco a poco empecé a meter las plantas medicinales y nos dimos cuenta que sí había gente que las buscaba. Ahorita te puedo decir que yo tengo un público único que busca las plantas que sólo yo produzco”, explica.

En entrevista habla de su experiencia al transitar del trabajo tradicional en el campo con todo tipo de pesticidas y productos químicos, a una labor resiliente con el medio ambiente y productos completamente naturales para hacer que las plantas crezcan sanas.

“A mí me importa mucho llevar a cabo acciones para ayudar a que el medio ambiente no se deteriore más; por supuesto que también la salud de uno, pero me interesa que mis plantas estén sanas y casi como crecieron de manera natural. Llevo siete años yendo a cursos en los que las dependencias me apoyan. Trato de aplicar también los conocimientos de mis padres como lo que me enseñan y me ha ido muy bien”, precisa Ana Laura.

Tipos de plantas en el país

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en México existen más de 3 mil plantas medicinales divididas en 183 familias (28% árboles, 28% arbustos y 44% hierbas); sin embargo, apenas en 1990 se hizo un esfuerzo para reunir esta información y se integró la Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana en el Instituto Nacional Indigenista (hoy Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, CDI).

Además, la Conabio señala que 80% de la población mexicana hace uso frecuente de la herbolaria y que, por lo general, se cultivan a pequeña escala en jardines, patios, traspatios y terrazas. Agrega que sólo 5% del total de las plantas han sido analizadas farmacológicamente y que 250 especies son comercializadas.

En los archivos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2011 fue la primera vez que aparecieron contabilizados en el panorama de 2012, en el que señaló que de las 8 mil 351 hectáreas destinadas a la producción comercial de hierbas aromáticas, el cilantro ocupó 71%, seguido por la manzanilla y la albahaca, con 10% y 5%, respectivamente.

Un 80% de la población mexicana hace uso de la herbolaria; sólo 5% del total de las plantas han sido analizadas farmacológicamente. Foto: Karla Rodríguez

En cuanto al rendimiento obtenido, destaca el cultivo de perejil, el zacate limón y el cilantro, con 14.65%, 9.81% y 9.21%, respectivamente. Los cultivos mejor pagados fueron el de comino, en 32 mil 685 pesos por tonelada; la menta, en 22 mil 99 pesos por tonelada; y el cebollín, en 17 mil 367 pesos por tonelada.

Mujeres productoras
Además, Ana Laura forma parte de las estadísticas que entrega el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), las cuales indican que en el país 938 mil mujeres trabajan en el sector primario, de las cuales 83.9% se desempeñan en la agricultura; 13.3% en la ganadería; 1.1% en la pesca y 1.7% en otras actividades.

Las jefas de familia con negocio en la actividad agropecuaria y pesquera registraron un ingreso promedio mensual de 8 mil 515 pesos. En total, 97.9% de las mujeres dividen sus labores con los quehaceres domésticos; 38.1% cuidan a otra persona del hogar; 27.8% acarrean leña y agua para el hogar; 8.8% realizan trabajo comunitario; 8.2% asisten a la escuela, y 8% realizan tareas de mantenimiento de la vivienda.

Cada año, Ana Laura y su familia cultivan más de 700 mil plantas y flores que se usan en la cocina o en la medicina tradicional. Foto: Karla Rodríguez

Ana Laura Miranda es la cabeza en el negocio de plantas medicinales, pero también es madre de familia de tres hijas.

“Al principio sí era pesado porque tenía que dividir mi tiempo entre estar con la producción de plantas, cuidar a mis hijas, llevarlas a la escuela, hacer la comida, revisar sus tareas e ir a vender, pero poco a poco me fui acostumbrando y puedo decir que a estas alturas ya tengo un equilibrio entre todas mis actividades.

“Para mí no es un sacrificio hacer todo esto porque son cosas que amo; amo cuidar a las plantas y más a mi familia y espero que en un futuro mis hijas continúen con esta producción que tanto esfuerzo y dedicación nos ha costado”, señala.

Fuente: El Universal.

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