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Llegan a Polonia soldados británicos para asegurar la frontera con Bielorrusia.

Varios militares polacos fueron apedreados anoche por inmigrantes que trataban de cruzar la frontera desde el lado bielorruso. Uno de ellos resultó herido al recibir un fuerte impacto en la cara, en las inmediaciones de la localidad de Czeremsza. El Gobierno de Varsovia mantiene desde el mes de agosto desplegados a más de 15.000 efectivos en esta frontera, en la que la crisis parece haberse congelado. A pesar de que la mayoría de los inmigrantes han sido ya alojados en centros de acogida en los que disponen de mínimas condiciones humanitarias, cientos de ellos siguen organizando escaramuzas violentas de distracción por las noches, mientras otros grupos aprovechan para cruzar la línea en tramos con menor vigilancia. Solo la semana pasada fueron detenidas más de 50 personas que habían logrado llegar a suelo polaco.

Tras prolongar la situación de alerta en la zona, el Gobierno de Polonia ha aceptado el apoyo del Ejército británico para reforzar esa frontera y acaban de llegar los primeros 155 soldados procedentes de Reino Unido, con una misión de vigilancia fronteriza que en principio se extenderá hasta marzo de 2022.

El grupo de militares británicos, que pertenecen al cuerpo de ingenieros, llevará a cabo tareas de «vigilancia y reconocimiento» relacionadas con la construcción de un muro fronterizo y en virtud de un acuerdo bilateral firmado en noviembre entre los dos gobiernos. El Parlamento polaco ha aprobado la construcción de un muro de 2,5 metros de altura a lo largo de 100 kilómetros y con un presupuesto de 353 millones de euros. A pesar de que 12 países europeos, entre ellos Austria, Polonia y Hungría expresaron ante la Comisión Europea su deseo de que esta construcción recibiese ayuda financiera europea, su presidenta, Ursula von der Leyen, rechazó esa posibilidad. El ex ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, ofreció por su parte el envío de policías alemanes para reforzar la seguridad en esa frontera, pero, al contrario que la oferta britanica, la alemana fue rechazada. En su reciente visita a Polonia, el nuevo canciller alemán Olaf Scholz ha declarado que «Alemania, como el resto de la UE, garantiza su apoyo y solidaridad a Polonia en la defensa de las fronteras exteriores comunitarias» y se sumó a la preocupación del conjunto de la OTAN por los movimientos de tropas rusas.

El ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak, ha publicado en las redes sociales un mensaje en el que confirma que los ingenieros militares británicos «ayudarán, entre otras cosas, a reparar y construir una valla temporal en la frontera» y añade que «una respuesta conjunta a las amenazas híbridas en una expresión de nuestra solidaridad aliada». El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, ha asegurado por su parte que «la mejor manera de responder es trabajar juntos de la mano, no solo dentro de la OTAN sino simplemente como buenos amigos y socios». Se espera además en breve el envío de otros 150 soldados desde Estonia para desempeñar una misión similar de acuerdo también con un acuerdo bilateral entre Varsovia y Tallin. Polonia se ha negado a aceptar la ayuda de la Agencia Europea Frontex y mantiene desplegados en la zona 15.000 policías y soldados de su propio ejército.

Oleada migratoria
Polonia ha considerado además «contraproducente» la propuesta de la Comisión Europea de permitir a determinados países la suspensión de algunas disposiciones de la normativa de asilo durante seis meses debido a que «no responde a nuestras necesidades». «La Comisión adoptó una solución completamente opuesta a lo que proponíamos. Nosotros proponíamos que la respuesta conjunta sea suspender los procesos de asilo, no extenderlos», declaró el embajador polaco ante la UE, Andrzej Sados.

El pasado 25 de noviembre, la OTAN manifestó que está dispuesta a prestar apoyo a Polonia «si fuera necesario», aunque determinó que el Gobierno polaco está siendo capaz de gestionar el flujo de inmigrantes. «No estamos sufriendo un ataque y no nos estamos viendo sometidos a una amenaza militar directa, por eso no hay motivos para invocar el artículo 4 del Tratado», respondió el presidente polaco Andrzej Duda. «Seguimos la situación y estamos dispuestos a ofrecer el apoyo necesario si Polonia lo solicita», agregó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Desde el final del verano, Polonia y Lituania se enfrentan a una oleada migratoria proveniente de países de Oriente Medio y Asia Central que han llevado a cabo más de 30.000 intentos de entrar ilegalmente en estos dos países. Actualmente quedan en la zona fronteriza unas mil personas, a pesar de que ya se han realizado varios vuelos de repatriación desde Minsk y se han desmantelado varias rutas utilizadas por los traficantes de personas, gracias al veto a las aerolíneas que se prestaban a estos transportes hasta la capital de Bielorrusia.

Fuente: ABC.

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