Uno de los pilares de estabilidad que distingue a México de otros países emergentes, como Argentina o Turquía, es la estabilidad que ha significado tener un banco central que, por diseño, logra mantenerse independiente de las presiones políticas.
Es por ello que el cambio de estafeta en el liderazgo del Banco de México es observado con mucha atención, sobre todo porque el proceso de designación fue poco ortodoxo; primero, porque el Presidente anunció con mucha antelación que no ratificaría a Alejandro Díaz de León y en su lugar designaba al exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera.
Segundo, el 23 de noviembre, el Presidente informó de manera intempestiva que ya no propondría a Arturo Herrera, lo cual provocó una leve depreciación del tipo de cambio. Al siguiente día se anunció que la designación recaería en Victoria Rodríguez Ceja, quien se desempeñaba como subsecretaria de Egresos.
Al preguntarle su percepción el gobernador del Banco de México responde que, mientras se preserve el perímetro constitucional del banco central, éste va a continuar entregando buenos resultados.
En entrevista con Grupo Imagen, Díaz de León dice: “He tenido un diálogo franco y abierto con Victoria, que se lo agradezco mucho y para mí es de suma importancia que la institución tenga una transición tersa y adecuada”.
A unos días de terminar su mandato al frente del Banco de México, Alejandro Díaz de León dice que ha sido sorprendente el impacto de la pandemia de covid-19 y explica que los modelos de la banca central están calibrados para “periodos de recesión o de ciclo económico a la baja o de crisis financiera, pero no de una crisis de salud que es completamente ajena a la condición de la economía y que tuvo una contracción muy súbita, muy brusca, pero un rebote muy ágil y muy significativo”. Y es en ese contexto que se ha dado un debate global con respecto a lo transitorio de la alta inflación.
Díaz de León dice que “a nivel mundial hubo errores de pronósticos importantes tanto en términos de actividad como en términos de inflación y nos hemos dado cuenta cómo los pronósticos de inflación se han venido revisando al alza, así que lo que parecía que era de corta duración… nos hemos dado cuenta que los hogares, al no poder gastar en los servicios como lo venían haciendo han concentrado el gasto en la adquisición de bienes de consumo duraderos y cuando las economías avanzadas dan estímulos fiscales tan cuantiosos, el aumento en los precios de las mercancías ha sido significativo, así que todo este proceso ha sido sin precedentes”.
JUNTA DE GOBIERNO
Uno de los aspectos que destaca Díaz de León como la principal fortaleza del banco central es su Junta de Gobierno, por la manera en que sus miembros interactuaron de manera constructiva para abordar los retos y cómo, a pesar de las diferencias en la percepción y experiencia, pudieron identificar cómo caminar de manera conjunta con paso firme. “Fue una experiencia gratificante y estimulante”, afirmó.
El gobernador saliente de Banco de México cuenta que una de las primeras lecciones en materia de comunicación se produjo “cuando se dieron los ataques cibernéticos a algunas instituciones de crédito y a su perímetro asociado al SPEI —pero no directamente al sistema— eso implicó un reto de comunicación muy importante y poner a punto los protocolos para ese tipo de contingencias.
«Otra de estas experiencias fue materia de política monetaria, en junio ya se advertían presiones inflacionarias muy súbitas y en la Junta de Gobierno consideramos que hubiera sido un buen instrumento tener la actualización de los pronósticos de inflación y transmitirle al público y por ello se incluyeron desde agosto, y más reciente, los pronósticos trimestrales de las alzas de precios”.
Fuente: Excélsior.
