Rusia y China intentaron descarrilar la reunión especial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de este lunes para examinar las tensiones en Ucrania. La reunión fue solicitada la semana pasada por EE.UU. después de que los intercambios diplomáticos en las últimas semanas no hayan provocado una desescalada de la situación en la frontera de Rusia con Ucrania. El ejército ruso ha colocado unos cien mil hombres alrededor de su país vecino y Washington considera desde finales del año pasado que planea una invasión, como ya hizo en 2014. Moscú exige un compromiso por escrito por parte de EEUU y la OTAN de que Ucrania ni ningún otro nuevo país de su entorna no formarán parte de la alianza militar occidental.

Washington ha defendido que puede negociar aspectos de la seguridad regional -como tratados de armas o control de ejercicios militares- pero no impedir que un país solicite su entrada en la OTAN. Y exige que Moscú dé pasos claros de desescalada y empiece a alejar tropas de la frontera.

Antes de que la reunión comenzara, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia solicitó una votación para cancelar la reunión. La semana pasada, Moscú denunció la reunión como un «montaje publicitario» y este lunes Nebenzia insistió en que se trata de «diplomacia de megáfono» con intención propagandística.

Es la misma posición que minutos antes había el embajador deChina ante la ONU, Zhang Jun, en los pasillos de la sede de la organización internacional en Nueva York. «Lo que ahora se necesita es diplomacia silenciosa», defendió Zhang, que dijo que lo importante es propiciar avances diplomáticos y evitar «confrontaciones públicas».

China ha dado su apoyo a las exigencias sobre seguridad que Rusia exige para su región de influencia en Europa del Este. Al mismo tiempo, busca que las tensiones no aumenten con la inauguración de sus Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, cuya inauguración es este viernes, a la vuelta de la esquina.

Fuente: ABC.