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Putin, dispuesto a acabar con el «régimen pronazi» de Kiev por querer fabricar armas nucleares y biológicas.

En medio de una nueva tanda de negociaciones para un cese de las hostilidades, reunión que arrancó el lunes, continuó este miércoles y hasta ahora no ha arrojado ningún resultado, el presidente ruso, Vladímir Putin, aprovechó un encuentro telemático con su Gobierno sobre políticas sociales para reafirmarse en su «justificada» decisión de haber lanzado una sangrienta y destructiva invasión contra Ucrania. Aseguró que «Ucrania, instigada por EE.UU. y varios países occidentales, preparó deliberadamente un escenario de fuerza, para perpetrar una masacre sangrienta y una limpieza étnica en Donbass (…) un ataque masivo a Donbass y luego a Crimea era una cuestión de tiempo». Por eso, añadió el máximo dirigente ruso, «Rusia se vio simplemente obligada a intervenir, ya que la vía pacífica, diplomática, estaba agotada».

«A las autoridades de Kiev, a través de varios canales, se les pidió que evitaran un derramamiento de sangre sin sentido, se les pidió que cesaran las hostilidades y retiraran su tropas de Donbass. No quisieron hacerlo. Esa fue su decisión», afirmó Putin por videoconferencia. A su juicio, la actual «operación especial se desarrolla con éxito, de acuerdo estrictamente con los planes previamente aprobados (…) la táctica de las acciones militares desarrollada por el Ministerio de Defensa ruso y nuestro Estado Mayor se ha justificado plenamente».

«Permítanme recordarles que al principio, en la madrugada del 24 de febrero, mencioné pública y abiertamente las razones y el objetivo principal de la acción de Rusia: ayudar al pueblo de Donbass, objeto de un verdadero genocidio», insistió el primer mandatario ruso. Según su punto de vista, «las autoridades de Kiev no solo ignoraron y sabotearon durante ocho años la aplicación del paquete de medidas acordadas en Minsk para la solución pacífica de la crisis, sino que a fines del año pasado se negaron públicamente a implementarlo».

«Había una red de decenas de laboratorios, donde, bajo la dirección y con el apoyo financiero del Pentágono, se llevaron a cabo programas biológicos con fines militares», afirmó Putin
Recriminó además a la dirección ucraniana su afán de «integrarse en la OTAN» y «la intención de crear sus propias armas nucleares con los vectores para su lanzamiento. Era una amenaza real. Ya en un futuro previsible, con asistencia técnica extranjera, el régimen pronazi de Kiev podría hacerse con armas de destrucción masiva, y el objetivo, por supuesto, sería Rusia».

Putin se refirió también a un supuesto plan de Kiev y Washington para elaborar «armas biológicas». «Había una red de decenas de laboratorios, donde, bajo la dirección y con el apoyo financiero del Pentágono, se llevaron a cabo programas biológicos con fines militares, incluidos experimentos con muestras de coronavirus, ántrax, cólera, peste porcina africana y otras enfermedades mortales», aseveró.

De acuerdo con sus palabras, «nuestras reiteradas advertencias de que tal desarrollo de los acontecimientos representaba una amenaza directa para la seguridad de Rusia fueron rechazadas por Ucrania y sus patrocinadores, EE.UU. y la OTAN, con ostentoso y cínico desdén». «Pero la aparición de tropas rusas cerca de Kiev y otras ciudades de Ucrania no está relacionada con la intención de ocupar este país. No tenemos ese objetivo y también lo dije directamente en mi discurso del 24 de febrero», agregó.

Rusia, una víctima
Finalmente y dejando muy claro que la actual campaña en Ucrania continuará adelante, al margen de lo que puedan acordar las delegaciones que ahora tratan de negociar un cese de las hostilidades, Putin subrayó que «no teníamos otra opción para garantizar la seguridad de Rusia, salvo la realización de una operación militar especial. Y todas las tareas designadas, por supuesto, se llevarán a cabo. Garantizaremos de manera fiable la seguridad de Rusia y de nuestro pueblo y nunca permitiremos que Ucrania sirva como base para acciones agresivas contra nuestro país». «El pueblo de Rusia sabe diferenciar los patriotas de los traidores. Tal decantamiento de la sociedad refuerza al país. Occidente apuesta por la aparición en Rusia de una «quinta columna en un intento de escindir nuestra sociedad», concluyó.

Las conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana a la búsqueda de un compromiso que ponga fin a la guerra continuaron este miércoles sin lograr por el momento ningún acuerdo concreto
Las conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana a la búsqueda de un compromiso que ponga fin a la guerra continuaron este miércoles sin lograr por el momento ningún acuerdo concreto. El periódico británico ‘The Financial Times’, sin embargo, que cita tres negociadores, sostiene que existe ya un borrador para un plan de paz provisional de 15 puntos que prevé un alto el fuego y la retirada de las tropas rusas de Ucrania a cambio de que Kiev acepte un estatus de «neutralidad» y restricciones para su Ejército, despojándole de determinadas armas ofensivas. Ucrania debería renunciar a integrarse en la OTAN y comprometerse a no instalar bases militares extranjeras en su territorio. Recibiría como contrapartida «garantías de seguridad» de Estados Unidos, Reino Unido y Turquía.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya expresó el martes su disposición a renunciar a que su país se incorpore a la Alianza, algo que hasta ahora había venido reivindicando como un derecho soberano. Ayer, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones con Kiev, Vladímir Medinski, puso sobre la mesa la cuestión de la «neutralidad». El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, concretó más y apuntó a países como Austria o Suecia.

Sin embargo, el cabeza de la delegación ucraniana y asesor presidencial, Mijailo Podoliak, declaró que «Ucrania se encuentra en una guerra directa con Rusia. Por tanto, el modelo solo puede ser ucraniano, ni austriaco o sueco. Debe contar además con una base de garantías sólidas en materia de seguridad». Es decir, explicó, «esto significa que los firmantes de esas garantías no pueden quedarse al margen en caso de ataque contra Ucrania como ocurre hoy, y que participarían activamente en el conflicto del lado ucraniano, suministrando inmediatamente las armas necesarias».

En cualquier caso, Podoliak insistió en la necesidad de una cumbre de Zelenski y Putin para cerrar un posible acuerdo. A este respecto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recibió ayer en Moscú a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, quien reiteró la propuesta de Ankara de que los presidentes ruso y ucraniano se reúnan en Turquía y aseguró que su país «está preparado para acoger esa cumbre».

Fuente: ABC.

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