La cálida noche de CDMX subió aún más su temperatura cuando a las 21:34 horas apareció en el centro del «Sol» mexicano un hombre que derrocha sensualidad; ya con su pelo más largo, un look que le sienta mejor que cuando se rapa, Adam Levine logró robar suspiros, piropos, gritos y el aplauso generalizado.

Vestido con unos skinny jeans, que combinó con un blazer, ambos en negro, y una camisa con estampado floral; manga tres cuartos (que dejaba a la vista sus tattoos) y corte asimétrico, que para fortuna de los más cercanos al entarimado y a quienes no perdían detalle en las dos pantallas gigantes, dejaba ver por ocasiones su abdomen, Adam lo entregó todo en su concierto.

Levin logró provocar la euforia lo mismo con su rodilla al piso, que cuando se quitó su ligera jacket o se apoderó de una guitarra para hacer un solo, que puso a temblar al Foro Sol, y cuando abrió su boca para saludar: «¿Cómo están?, nosotros somos Maroon 5. Es bueno estar de regreso, los extrañamos mucho».

«¿Cómo están?», preguntaba una y otra vez el cantante que comenzó su carrera en 1994 en la banda Kara’s Flowers, aunque prefirió que su setlist al comienzo de la energética noche fuera de corrido, así se escucharon casi sin interrupciones Moves Like Jagger, This Love, Stereo Hearts, Animals, What Lovers Do, Makes Me Wonder, Wait, Maps y Harder to Breathe.

Las luces robóticas iluminaban a la banda en todo momento, mientras Adam invitaba a todos a hacerle segunda en cada una de las canciones, algo que el público hizo gustoso. La potencia de la voz del nacido en Los Ángeles el 18 de marzo de 1979, por lo que llegó a nuestro país estrenando sus 43, fue total.

«¿Cómo se sienten hoy? Es hermoso estar de regreso aquí de nuevo. Estoy muy feliz, aunque lamento informarles que mi español es terrible, horrible (dijo en nuestro idioma). Los extrañé. Díganle hola a James. Me gusta cuando cantan, ¿lo harán con nosotros?», invitó para dar paso a Payphone.

Con sus tenis blancos Levine recorría todo el escenario, al que cobijaba una pantalla inmensa que proyectaba diversas animaciones, entre girasoles, agua, cherry blossom, aves volando y diversos colores (parte del arte de Jordi, su nuevo disco). Adam bailaba al compás de sus beats y la reacción no se hacía esperar, ensordecedores «alaridos».

«¡Gracias!», expresó en cada oportunidad que podía y luego de hidratarse presentó al que considera al integrante «sexy» de la banda, P.J. Morton, para luego cantar, mientras saltaba por todo el escenario Sunday Morning, que llegó después de Lost, Beautiful Mistakes y I Don’t Wanna Know.

Uno de sus videos más especiales, en el que canta Cardi B y salen Gadot, Camila Cabello, Aly Raisman, Amani Al-Khatahtbeh, Millie Bobby Brown y otras 20 famosas, se apoderó de la atención y la interpretación en directo de Levine de Girls Like You enamoró. Luego en un tono más acústico y tras pedir: «¡Canten conmigo!», regaló Memories.

El final se acercaba y gritó: «¡Chicas!», y acompañado del guitarrista James Valentine, expresó que «esta canción siempre está dedicada para ustedes», lo que provocó el comentario eufórico de una de sus seguidoras: «Adam soy tuya, tómame o déjame». Segundos después la balada recuperó su punch y puso a todos a bailar con She Will Be Loved.

Para cerrar la noche y hacer realidad la petición que durante todo el concierto le hicieron algunos: «¡Que se encuere!», el líder de Maroon 5 por fin se quitó la camisa para dejar al descubierto su bien trabajado torso y así despedirse de sus fans mexicanos con el corte más popular de su historia musical, Sugar, a las 23:00 horas.

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