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Tres heridos en los disturbios de Suecia por la quema de ejemplares del Corán de un grupo de extrema derecha.

La Policía sueca informa esta mañana sobre tres heridos en Norrkoping, durante los enfrentamientos registrados entre agentes y los manifestantes violentos de anoche. Esta última carga policial tenía lugar contra quienes protestaban por los planes de un grupo de extrema derecha de quemar ejemplares del Corán. «La policía disparó varios tiros de advertencia. Tres personas parecen haber sido alcanzadas por rebotes y actualmente están siendo tratadas en el hospital», dice el comunicado policial, que añade que los tres heridos han sido «detenidos como sospechosos de varios delitos».

Se trata del último balance de una serie de disturbios que se ha repetido en diversas ciudades suecas durante la Semana Santa y los segundos violentos en Norrkoping, desde que el partido político xenófobo y antimusulmán ‘Stram Kurs’ (Curso duro), encabezado por el político danés-sueco Rasmus Paludan, comenzó su campaña.

Paludan es un abogado de 40 años que logró notoriedad en 2017 como defensor de un hombre de Nordjylland, acusado de blasfemia por haber quemado el Corán públicamente. Era el primer cargo de blasfemia en Dinamarca desde 1971 y el gobierno danés abolió a tiempo el párrafo sobre blasfemia del Código Penal, lo que permitió que no hubiese condena.

Ese mismo año fundó su partido, que quiere la prohibición del Islam en Dinamarca y que los inmigrantes no occidentales sean deportados. Paludan, que tiene la intención de presentarse a las elecciones legislativas suecas en septiembre pero aún no cuenta con el número necesario de firmas para asegurar su candidatura, ha dado inicio a una «gira» por Suecia, visitando barrios con gran población musulmana donde procede a quemar ejemplares del Corán en las plazas. Varios otros grupos tratan de evitar que estas manifestaciones públicas se produzcan, dando lugar a disturbios callejeros.

Dura respuesta
Los manifestantes que atacaron a la Policía durante los disturbios en Norrköping y Linköping enfrentarán una respuesta «dura», ha declarado el ministro del Interior y Justicia, Morgan Johansson, en una conferencia de prensa, tras confirmar que la violencia ha ido aumentando en progresión desde el 14 de abril, con el anuncio de la gira de Paludan en medio del mes sagrado musulmán del Ramadán. Johansson ha dejado claro que a Paludan no se le ha permitido realizar los eventos planeados en Linköping y Norrköping el domingo de Pascua, que incluían la quema del Corán.

«Estamos respondiendo de la manera correcta a las manifestaciones no autorizadas», ha declarado por su parte a la televisión SVTJohnny Gustavsson, portavoz de la Policía de la Región Este. En las redes sociales suecas, se acusa sin embargo a la policía de defender las concentraciones organizadas por Paludan, por ejemplo la del pasado sábado, cuando uno de sus mítines se trasladó de un distrito de Landskrona a un aparcamiento aislado en el sur de Malmo, la gran ciudad vecina. Varios contramanifestantes intentaron cruzar con un coche en marcha las barreras policiales y el conductor fue arrestado. Entre el jueves y viernes, 12 policías resultaron heridos en los enfrentamientos.

El socialdemócrata Johansson ha condenado la violencia de los alborotadores contra el personal encargado de hacer cumplir la ley durante su conferencia de prensa del domingo de Pascua. «Váyanse a casa. Inmediatamente. Respeten que Suecia es una democracia», ha pedido a los responsables de los enfrentamientos violentos contra la policía y entre distintos grupos de manifestantes. La noche del viernes en la ciudad de Orebro, en el centro del país, donde Paludan planeaba una de sus polémicas apariciones, hubo decenas de deteenciones. El extremista, finalmente, no apareció, pero 12 policías resultados heridos y cuatro vehículos policiales incendiados. En Landskrona, en el sur del país, varios cientos de jóvenes lanzaron piedras y prendieron fuego a coches, neumáticos y contenedores de basura. En Malmo incluso sucumbió a las llamas un autobús urbano en la noche del sábado. «Incluso los tontos tienen aquí libertad de expresión», ha defendido el primer ministro las actuaciones policiales en referencia a la campaña de Paludan. «La Policía tiene una situación muy difícil con la que lidiar», ha destacado.

Paludan, mientras tanto, ha regresado a Dinamarca, según el diario Expressen. Su partido espera obtener rédito electoral de los enfrentamientos, al igual que ocurrió en 2019, cuando quemó un Corán envuelto en tocino y Facebook bloqueó durante un mes una publicación en la que fusionaba inmigración y crimen. Otro de sus objetivos es internacionalizar su movimiento. En noviembre de 2020, Paludan fue arrestado en Francia y deportado. Otros cinco activistas fueron detenidos en Bélgica poco después, acusados de querer «difundir el odio» quemando un Corán en Bruselas.

A raíz de esta última serie de incidentes, el Ministerio de Exteriores de Irak ha convocado al encargado de negocios sueco en Bagdad, para advertir que el asunto podría tener «graves repercusiones» en «las relaciones entre Suecia y los musulmanes en general, tanto en los países musulmanes y árabes como en las comunidades musulmanas de Europa».

Fuente: ABC.

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