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Cuba, país de tradición beisbolera, apuesta por el futbol para el futuro.

La Habana. Durante los recreos del colegio, Gabriela Alfonso Cabrera miraba de reojo cómo los varones jugaban al futbol. Le encantaba el deporte y un día se animó, le dijo a su maes-tra de quinto grado que ella también quería participar. La profesora le recordó que ella era una niña.

Quería jugar, pero en mi escuela no me dejaban hacerlo porque si me daban un golpe iba a llorar, contó.

Hoy Gabriela tiene 14 años y participa con varones. A veces es la única mujer en los partidos, con muchachos más grandes y fuertes que ella. Pero esperó cuatro años para poder jugar con ellos y no se amilana.

Es una de cientos de jugadores que técnicos de toda la isla están reclutando como parte de un nuevo programa que busca popularizar el futbol en esta isla, que no se clasifica a un Mundial de balompié desde 1938, en que cayó 8-0 ante Suecia en los cuartos de final.

Era otro formato al de la actualidad, pero el equipo de la isla fue el primero del Caribe en avanzar a otra fase, después de un empate y una victoria en la revancha contra Rumania en aquella Copa del Mundo de Francia en 1938.

Hace poco un grupo inicial de 16 técnicos recibió capacitación de la FIFA. Su misión es formar una nueva generación de futbolistas en una isla apasionada por el beisbol y el boxeo.

Deberán preparar a más de mil 500 técnicos en los próximos meses. El objetivo es que Cuba se clasifique a una Copa Mundial en la próxima década, algo que no consigue desde hace casi un siglo.

Esperamos poder lograrlo, dijo el técnico Héctor Noa Cuadro, quien empezó a jugar a los 13 años en Guantánamo, después de ver cómo Argentina ganaba el Mundial de 1978.

Agregó que los jóvenes cubanos tienen fuerza física, pero deben adquirir más habilidades, mejorar su técnica, sus remates y aprender a hacer combinaciones de pases.

Una mañana reciente, Cuadro analizó desde un costado de la cancha el desempeño de más de una docena de jugadores, todos hombres, con excepción de Gabriela Alfonso, ahora en el octavo grado, y su hermana melliza, en el Estadio Nacional de Futbol Pedro Marrero.

Falta de recursos

Reniel Bonora, quien dirige al equipo Sub-20, miraba satisfecho mientras hablaba de los desafíos que implica popularizar el futbol en Cuba a pesar del embargo de Estados Unidos, la falta de recursos y una crisis económica que deriva en escasez de alimentos.

https://www.jornada.com.mx/2022/10/20/deportes/a10n1dep

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