Sharm El Sheikh., Naciones ricas quieren retrasar dos años los compromisos para un fondo de pérdidas y daños, en lo que sería un duro golpe para las naciones pobres que esperan un acuerdo en 2024, reveló un primer borrador de la declaración final de la COP27, la conferencia sobre el clima de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se celebra en esta ciudad de Egipto.
La idea de un fondo de compensación surge del hecho de que las naciones más industrializadas son las que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, pero son los países en desarrollo los que padecen más catástrofes climáticas como huracanes, sequías e inundaciones, que resultan del calentamiento global y requieren del fondo de pérdidas y daños para recuperarse.
La cumbre de este año incluye por primera vez en la agenda la creación de dicho fondo que los países vulnerables han promovido durante casi dos décadas. El compromiso original era lograr un acuerdo en 2024, pero fuentes cercanas a las negociaciones dijeron al diario británico The Independent que los países ricos quieren retrasarlo dos años más, es decir, hasta 2026.
No abandonamos el combate, hay que presionar más
, declaró Henry Kokofu, negociador de Ghana, en nombre del Climate Vulnerable Forum, que reúne a casi 60 países.
La presidencia alemana del G-7 y cerca de 60 países vulnerables lanzaron ayer una nueva estructura para ayudar a las poblaciones a afrontar los impactos del cambio climático.
El Escudo Global contra Riesgos Climáticos, que ha captado hasta ahora 215 millones de dólares, está concebido para ser rápidamente desplegado en momentos de desastres climáticos
.
El programa incluye seguros contra los daños causados a los cultivos, a los edificios o los derivados de la interrupción de actividad empresarial.
“El apoyo financiero puede ser inmediato, para que un gobierno reconstruya rápidamente un puente o un colegio… hablamos de paquetes a la medida que limitan los daños derivados del clima y protegen a las personas más vulnerables”, aseveró la ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze.
Entre los primeros países beneficiarios de esta estructura figuran Costa Rica, Pakistán, Bangladesh, Filipinas, Senegal, Fiyi y Ghana.
Las tres naciones más grandes del mundo con bosques tropicales, Brasil, República Democrática de Congo e Indonesia lanzaron formalmente una asociación para cooperar en la preservación de las selvas.
En agosto, Luiz Inácio Lula da Silva, elegido presidente de Brasil a finales de octubre, prometió que se asociaría con las otras dos naciones para presionar a los países ricos con el fin de que financien la conservación de los bosques.
Los enviados de los tres países, que tienen 52 por ciento de los bosques tropicales del mundo, firmaron la declaración conjunta en la COP27. La asesora ambiental de Lula, Izabella Teixeira, comentó que Brasil buscará la participación de otros países en la cuenca amazónica, que abarca nueve naciones.
Los tres países suman 64 por ciento de las superficies de bosques tropicales perdidas en las dos últimas décadas.