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Bombardean desde Ucrania la ciudad rusa de Shebekino

El Kremlin ataca Kiev con drones explosivos, que matan a tres mujeres.

Bombardeada con artillería desde territorio de Ucrania, la localidad rusa de Shebekino, en la región colindante de Belgorod, se convirtió ayer en epicentro de noticias encontradas: el Ministerio ruso de Defensa afirma haber impedido ahí tres intentos de incursión de grupos armados y éstos aseguran que continúan combatiendo en territorio ruso.

Sucedió apenas unas horas después de que Rusia, tras un día de aparente tregua, lanzara el enésimo ataque de madrugada con drones bomba contra Kiev, embate que esta vez dejó tres personas muertas –dos mujeres y una niña, que no pudieron llegar a un refugio– por los fragmentos que cayeron de los 13 misiles Iskander disparados contra la capital ucrania que su defensa antiaérea asegura haber derribado.

“Esta mañana (del jueves), el ejército ruso, junto con unidades de la guardia de fronteras y del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, frustraron un nuevo intento del régimen de Kiev de perpetrar un acto ‘terrorista’ contra civiles en la ciudad de Shebekino, provincia de Belgorod”, informó la dependencia castrense en un comunicado.

Los militares rusos –agregó– “repelieron tres ataques de grupos ‘terroristas’ ucranios y los atacantes perdieron 30 efectivos, cuatro vehículos blindados y un sistema de lanzamiento múltiple de misiles Grad”, de fabricación rusa.

El gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, de acuerdo con un despacho de la agencia oficial RIA Novosti, confirmó que ya se puso en marcha la evacuación de los vecinos de Shebekino, una pequeña ciudad de 40 mil habitantes a tan sólo 5 kilómetros de la frontera con Ucrania. Ayer pudieron salir las primeras mil 200 personas, que serán reubicadas en las regiones de Penza, Kaluga y Voronezh.

La ciudad se quedó sin luz y tiene varios edificios en llamas, entre otros la sede de la administración local, así como que otro sistema Grad dejó 11 heridos que requirieron hospitalización, cuatro de ellos en estado grave, reportó Gladkov.

A primera hora de la mañana, se difundió un video de dos combatientes de los autoproclamados Cuerpo de Voluntarios Rusos y Legión para la Libertad de Rusia, los cuales dicen ser grupos armados de ciudadanos rusos que se oponen al Kremlin, que comunicaron que a las 3 de la mañana comenzó una nueva incursión del otro lado de la frontera.

Por la tarde de este jueves, aún circulaban por Internet videos de supuestos combates en Novaya Tavolzhanka y Titotvka, pequeñas localidades al suroeste de Shebekino.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, señaló que estos ataques de ninguna manera pueden afectar el desarrollo de la operación militar (en Ucrania). El presidente (Vladimir) Putin está en permanente comunicación con las autoridades regionales (de Belgorod y otras zonas limítrofes), las cuales trabajan sin descanso, con mucha dedicación.

Según Peskov, hay abundantes imágenes y textos que describen los ataques del ejército ucranio contra la población civil (rusa), edificios de viviendas, instalaciones de carácter social, pero ni una sola palabra que (desde Occidente) critique al régimen de Kiev o lo condene por esto.

La televisión pública de Rusia, en sus programas de debate de mediodía, puso ayer en entredicho la existencia misma de grupos paramilitares de rusos que se levantaron en armas contra el presidente Vladimir Putin y dio a entender que son una simple tapadera de las tropas ucranias.

De ser cierto, Kiev estaría aplicando el mismo recurso que los rusos usaron en 2014 cuando enviaron a Ucrania a militares de civil diciendo que eran habitantes locales, que se levantaron contra el gobierno ucranio, estratagema que el propio presidente ruso reconoció siete años más tarde.

Ni el Cuerpo de Voluntarios Rusos ni Legión para la Libertad de Rusia tienen recursos humanos y armamento suficientes para derrocar al titular del Kremlin, pero cumplen un papel importante como factor de distracción al atacar territorio ruso, sin que en sentido estricto se pueda acusar a Kiev de ello, que de modo invariable desmiente su implicación directa por más obvia que pudiera parecer.

Nuevas fuerzas

El cuerpo de voluntarios, fundado en 2022, por Denis Nikitin, conocido ultranacionalista ruso de corte neonazi, se inspira en el movimiento de emigrantes rusos Idea Blanca, que en los años 30 del siglo pasado creó Viktor Larionov, defensor a ultranza del zarismo, y considera que Putin quiere aniquilar a los rusos como grupo étnico.

La legión apareció en escena en marzo de 2022, poco después de la invasión de Ucrania y dice contar con dos batallones de combatientes, muchos de éstos desertores del ejército ruso y ex prisioneros de guerra, cuya meta es derrocar a Putin. Uno de sus dirigentes es Igor Voluveyev, ex vicepresidente del banco ruso Gazprombank, ucranio de origen, que se unió al grupo en junio del año pasado.

Pero no son los únicos grupos paramilitares de rusos que combaten del lado ucranio. También se habla del Ejército Nacional Republicano (ENR), que adoptó ese nombre a imagen y semejanza del Ejército Republicano Irlandés, y que se ha concentrado en atacar centros de reclutamiento en Rusia y en cometer atentados contra figuras que están en favor de la invasión a Ucrania.

Según el ex diputado de la Duma, Ilia Ponomariov, que ejerce de vocero de este grupo, el ENR reivindicó varios atentados en suelo ruso, entre otros el asesinato con bomba de Daria Duguina, hija de uno de los ideólogos del ultranacionalismo ruso, Aleksandr Duguin, aparentemente el objetivo del atentado, y el asesinato en San Petersburgo del bloquero Vladlen Tatarsky en abril pasado.

Y empieza a cobrar fuerza en los reportes de las agencias noticiosas el Batallón Dzhojar Dudayev, que lleva el nombre del ex presidente de Chechenia, se fundó en Dinamarca con exiliados chechenos en 2014 y está formado por combatientes originarios de esa y otras repúblicas rusas del Cáucaso que se quedaron a vivir en Ucrania.

Hay, por lo menos, dos grupos paramilitares con combatientes de otras repúblicas ex soviéticas contra los rusos:

La Legión Nacional de Georgia, formada por georgianos e integrada en el ejercito ucranio en 2016, que el año pasado fue acusada de ejecutar a prisioneros de guerra rusos, y el Regimiento Kastus Kalinouski, llamado así en honor del revolucionario bielorruso que lideró el levantamiento polaco contra el imperio ruso en 1863, que se creó el año pasado por voluntarios bielorrusos para derrotar al invasor ruso y luego liberar Bielorrusia del yugo de (Aleksandr) Lukashenko.

 

Fuente: La Jornada

 

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