Kansas City vio caer una racha de seis victorias, mientras San Francisco sufre tercera derrota al hilo.
El AT&T Stadium fue testigo de una de las mejores actuaciones de Dak Prescott con los Vaqueros de Dallas. De esas que sus aficionados buscan ver más a menudo, pero que no siempre suceden. Ayer fue uno de esos días en que todo le salió al mariscal de campo y que sirvió para encaminar el triunfo de los Cowboys, que se ensañaron con los Carneros de Los Ángeles (43-20) .
Si bien la Estrella Solitaria ya había tenido marcadores abultados en la presente temporada, la de ayer fue la primera en que Prescott sobresalió por encima de sus compañeros. Algo que la franquicia de Jerry Jones pretende que suceda más seguido para catapultar a su equipo a un nivel superior.
La semana de descanso le vino acorde al experimentado lanzador. Con la batería renovada, Dak mostró ese talento que le acompaña, pero que a veces desaparece en momentos de mayor presión.
Después de un recital de tres pases a las diagonales antes del descanso y una más en el último cuarto, Prescott pretende volver a ganarse el cariño de una afición dolida por su irregularidad y que sigue sin convencerse de que sea el mariscal idóneo para guiarlos a su sexto anillo de campeonato.
Su siguiente prueba de fuego está a la vuelta de la esquina y será la próxima semana ante las Águilas de Filadelfia, que ayer se confirmaron como el mejor equipo de la Conferencia Nacional ante la debacle de los 49ers de San Francisco.
Filadelfia prepara el escenario para la posibilidad de repetir por segundo año en el Supertazón.
Los Eagles, con su triunfo 38-31 ante los Comandantes de Washington, han ganado siete de sus primeros ocho partidos y ostentan el mejor récord de la NFL.
El mariscal de campo Jalen Hurts, a pesar de una persistente lesión en la rodilla, se lució con cuatro envíos de touchdown en la conquista de Filadelfia.
A Hurts se le vio cojeando y renuente a correr con el balón, pero esto no impidió que completara 319 yardas y pases a DeVonta Smith, Julio Jones y A.J Brown, quien se convirtió en el primer receptor en la historia de la NFL con 125 o más yardas en seis juegos al hilo.
Los Jefes de Kansas City y los 49ers de San Francisco dieron las sorpresas de la jornada.
En el Empower Field, Patrick Mahomes y los vigentes campeones, los Jefes de Kansas City, vieron caer una racha de seis triunfos. Cuando los pronósticos auguraban la séptima consecutiva, los Broncos pusieron resistencia, y con un par de intercepciones al mejor quarterback de la liga, se impusieron 24-9 en Denver.
Es la primera vez en que Mahomes se va sin un pase de anotación en lo que va de la campaña; y la primera en que los Jefes no suman más de dos dígitos en el puntaje.
San Francisco (5-3), por otra parte, confirmó que se encuentra sumergido en una crisis, y ni Brock Purdy ni su temible defensa han sido factor para impedir el desastre de los gambusinos. Ayer hilvanaron su tercer descalabro consecutivo. Los Bengalíes de Cincinnati, a la alza, fueron sus verdugos. Les pegaron a domicilio 31-17 en otro enfrentamiento en que Purdy, pese a superar el protocolo de conmoción, volvió a ser interceptado en más de una ocasión y en que la defensiva permitió por segunda vez más de 400 yardas totales.
Miami, Jacksonville y Baltimore, por otra parte, extendieron su buen momento y llegaron a seis victorias, luego de imponerse a Nueva Inglaterra (31-17), Pittsburgh (20-10) y Arizona (31-24). Otros resultados: Minnesota 24-10 Green Bay, Atlanta 23-28 Tennessee, Nueva Orleans 38-27 Indianápolis, Houston 13-15 Carolina, Cleveland 20-24 Seattle y Cargadores 30-13 Chicago.
Con información de Ap
Fuente: La Jornada
Foto: La Jornada