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Acusan a organizadores y autoridades por violencia en el clásico Brasil-Argentina

Río de Janeiro. Fue un doble Maracanazo, esa expresión que quedó instalada en la historia cuando ocurre un drama en el monumental estadio de Río de Janeiro. La noche del martes no sólo fue por la derrota (1-0) que sufrió la selección brasileña ante Argentina, sino por el retorno de la violencia a las gradas. Un episodio que involucra brutalidad policial, negligencia de autoridades y organizadores que derivó en escenas penosas antes del partido.

La Confederación Brasileña de Futbol (CBF) y las autoridades encargadas de la seguridad en el superclásico entre la Verdeamarela y la Albiceleste fueron acusadas de permitir una tragedia anuncia-da en las tribunas del Maracaná, antes del partido.

El día anterior al encuentro, la Asociación Nacional de Hinchadas Organizadas (Anatorg, por sus siglas en portugués) había advertido que, de no definirse un sector visitante, las barras de Brasil y de Argentina estarían en el mismo espacio de la tribuna.

Poco antes del horario de inicio del juego, se desataron incidentes entre hinchas distribuidos por las gradas en sectores mixtos y la policía, demorando unos 30 minutos el comienzo del partido eliminatorio para el Mundial 2026.

Imágenes de televisión mostraron a policías golpeando con palos a los seguidores argentinos. Algunos quedaron con el rostro ensangrentado y lesiones en el cuerpo.

Desde el césped, los jugadores visitantes pidieron calma hasta que el capitán, Lionel Messi, llevó al equipo al vestuario y sólo regresaron cuando volvió la tranquilidad.

Tras los violentos enfrentamientos, Anatorg responsabilizó a la CBF y a las autoridades de la tragedia anunciada por su desatención a las advertencias, en una nota publicada en redes sociales.

La CBF justificó que la hinchada mixta no es un modelo inventado o impuesto por la entidad, sino que responde a un patrón en competiciones organizadas por la FIFA y Conmebol implementado en otras ocasiones, como en la semifinal de la Copa América 2019, señaló en una nota divulgada ayer.

FIFA exige mayor seguridad

El presidente de FIFA, Gianni Infantino, repudió la violencia inaceptable en el futbol: Sin excepción, todos los jugadores, simpatizantes, personal y directivos tienen que sentirse seguros y protegidos, escribió en Instagram, y pidió esa garantía a las autoridades correspondientes.

La CBF destacó que los planes de acción y seguridad, que incluían hinchadas mixtas, fueron aprobados sin reservas o recomendaciones de parte de policía, autoridades públicas, la empresa concesionaria del estadio y otros participantes en diversas reunio-nes de organización.

Sin embargo, la policía militar (PM) aseguró en una nota enviada a la AFP que sólo fue informada sobre el criterio de ventas de ingresos sin división de porras en una reunión realizada el 16 de noviembre, dos días después del inicio de la venta de los boletos, cuando ya habían sido agotados, detalló.

Según la versión policial, inicialmente, la venta para aficionados argentinos fue destinada al sector sur del estadio (donde ocurrió el enfrentamiento); y luego el sector fue liberado como zona mixta.

La seguridad en las gradas estuvo a cargo de una empresa especializada contratada por la CBF, señala el comunicado en el que la PM asegura haber cumplido rigurosamente su misión, en conformidad con la legislación vigente.

Tras la victoria argentina, Messi celebró en redes sociales, pero protestó por la represión a los argentinos: “¡Esto no se puede tolerar, es una locura y se tiene que terminar ya!

 

Fuente: La Jornada

Foto: La Jornada

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