La selección mexicana femenil recompuso este año un proceso que parecía perdido. Después de dejar escapar el tren que llevaba al Mundial y los Juegos Olímpicos, las jugadoras entendieron que no era momento de bajar la cabeza ni la voz, siendo capaces de silenciar a quien se les pusiera por delante. En su último partido oficial del calendario en las eliminatorias rumbo a la Copa Oro W, consiguieron el pleno de victorias en su grupo al derrotar 1-0 a Trinidad y Tobago ya con el boleto asegurado con anticipación.
Si bien es cierto que sus rivales en la región no cuentan con una estructura de juego tan avanzada, el representativo tricolor se propuso reinar en cada partido para reclamar sus derechos como equipo protagonista. Campeonas en San Salvador (Juegos Centroamericanos y del Caribe) y Santiago de Chile (Panamericanos), las dirigidas por Pedro López abrieron el marcador con un gol de larga distancia de Cristina Ferral (39) y luego manejaron las cosas sin precipitaciones.
El entrenador español eligió en este cierre de actividades una alineación estelar que no diera motivos para relajamientos. De ahí que elementos como Stephany Mayor, Jacqueline Ovalle y Kiana Palacios lideraran el ataque tricolor ante una zaga muchas veces desordenada, pero superior en la fortale-za física. El único renglón que queda pendiente es la efectividad frente al arco, porque tanto ellas como la goleadora Alicia Cervantes erraron oportunidades claras de ampliar la ventaja.
A partir del 1-0, las mexicanas pusieron a prueba diferentes variantes en su estrategia, sobre todo en la recta final. López cambió una y otra vez a sus titulares y dio minutos a aquellos elementos que no los tuvieron con tanta regularidad. Eso produjo algunos descuidos en el medio campo, los cuales aprovechó Trinidad y Tobago en su intento por generar al menos un remate con peligro. Su único medio para acercarse fue la táctica fija, bus-cando que su buena estatura sorprendiera o hiciera dudar a sus rivales. Pero nada de eso ocurrió.
Por el contrario, Scarlett Camberos y Cervantes protagonizaron las últimas oportunidades en un par de escapadas que estuvieron cerca de finiquitar la noche. Co-mo consecuencia de la propia intensidad del juego, la mediocampista Rebeca Bernal salió lesionada y dejó su lugar a Alexia Delgado.
Con este resultado, el Tricolor llegó a 12 puntos en el Grupo A con una diferencia de goles de +12 y muy por encima de Puerto Rico, que es segundo con cuatro unidades. Si algún objetivo faltaba en su camino a la Copa Oro, era cerrar el año de esta manera.
Fuente: La Jornada
Foto: La Jornada