El actor produce la puesta en escena y participa en ésta declamando dos poemas.
Con el ánimo rebosado que le caracteriza, Damián Alcázar, sobre su faceta de productor en la puesta en escena de Enredo barroco, piezas con historias, dice en entrevista con La Jornada: es una maravilla seguir con más funciones, así como producirla, participar y disfrutar de la danza contemporánea
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Enredo barroco, piezas con historias regresa para participar, con tres funciones el 23, 24 y 25 de febrero, en la celebración de los 30 años del Centro Nacional de las Artes.
Indicó que la obra a cargo de la compañía Travesías Escénicas, bajo la dirección de Amada Domínguez y Marcela Aguilar, es un espectáculo a manera de pasarela que presenta piezas con historias mediante el lenguaje natural de la danza, todo a partir de las pasiones que son los motores de vida, que impulsan la sobrevivencia, trazan el camino y se convierten en historia personal
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El actor de La ley de Herodes cuenta la manera en que fue tomando forma esta colaboración: “el primer significado de Enredo barroco es darse cuenta que si se unen esfuerzos se consigue cualquier cosa. Platicando con Amada Domínguez se me ocurrió plantearle el reto de hacer una compañía teatral; ella aceptó y llamó a la coreógrafa y amiga Marcela Aguilar, a quienes por cierto conocí en la Universidad de Xalapa hace como 40 años. Bueno, a ellas se les ocurrió hacer este Enredo barroco… y cuando vi los ensayos me di cuenta de que estaba formidable. No me costó gran cosa, unimos esfuerzos y algunos talentos para poderla montar”.
Posteriormente completa el protagonista de El poderoso Victoria: “me fui a ver a ver a la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, quien se sorprendió de que estuviera produciendo danza. Alejandra se maravilló, de principio me dio varios espacios para presentar Enredo barroco…, posteriormente la vio y decidió apoyar a los bailarines; la danza en la Ciudad de México es una disiciplina de las más castigadas”.
Hay que precisar que este sí es un enredo es barroco, porque así es la cosmovisión latinoamericana: real-maravillosa, con su naturaleza de constantes metamorfosis, mágica, creación de formas y simbiosis, donde el asombro se vuelve cotidianidad
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Porque además el barroco implica movimiento que escapa a sus propias imágenes, es heterogéneo, cruce de culturas y en este caso, también cruce de disciplinas, desde el compositor italiano Scarlatti hasta el jazz de Lucio Sánchez, pasando por Manuel M. Ponce y las percusiones; desde las sedas finísimas hasta el yute, pasando por el siempre amable algodón; desde el movimiento sutil, íntimo, hasta el divertimento y, por qué no, la frivolidad, son material de trabajo. Todo estructurado en siete partes que incluye un río de cuerpos que los arrastra a manera de gran parto; el encuentro amoroso como preservación de la vida; los hombres que son vigor, fortaleza y brío y donde las piernas serán las protagonistas de cada intérprete y de cada baile
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Alcázar, a pesar de que se le ha visto rumbeando en algunas de sus películas como Fecha de caducidad y Eddie Reynolds y los ángeles de acero, confiesa: “no bailo porque soy un pésimo bailarín. Lo que sí hago presencialmente en Enredos barroco… es la declamación de dos poemas de la autoría de Arabella Salaverry y Dora Moro”.
Sin fines de lucro
A decir del personaje principal, El Beny, en la cinta El infierno: “todas las disciplinas que tengan que ver con el arte son castigadas, nadie se puede quedar viviendo de dar tres funciones cada seis meses, se tienen que emplear en otras cosas. Pienso en el trabajo de los guionistas, siempre lo pongo de ejemplo, un joven escribe un guion admirable, para hacerlo por lo menos invierte dos o tres años, si no lo filma tiene que ponerse a escribir otro. Si el segundo libreto tampoco lo filma tiene que buscar qué hacer en esos seis años para mantenerse, esto sucede con la mayoría de las artes, por eso nosotros seguimos buscando funciones para Enredo barroco… en alcaldías, espacios y salas públicas, para que los bailarines sigan creciendo y se fortalezca Travesías Escénicas. Lo hago sin fines de lucro con tal de que se vea la danza, ver crecer una compañía y que los bailarines de provincia saquen algo para ir a visitar a sus familiares, me doy por servido”.
En Enredo barroco, piezas con historias, la voz de Damián Alcázar recuerda que todo está por hacerse en compañía de 12 bailarines en escena quienes dan vida a esta obra coreográfica: Amada Domínguez, Ugo Ruiz, Joshua Echeverría, Mariana Estrada, Derek Galeana, Bernardo Kasis Galán, Athina Masiero, Odette Padilla Téllez, Alberto Quijano, Valeria Monserrat Silva, Lili Velázquez y Francisco Yllana.
Se presentará en el Teatro de las Artes 23, 24 y 25 de febrero, con funciones el viernes, a las 20 horas; sábado, a las 19 horas y domingo, a las 18 horas. Los boletos tienen un costo de 150 pesos y se pueden adquirir en las taquillas del Cenart y en la página https://cenart.comprarboletos.
Fuente: La Jornada
Foto: La Jornada