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Batacazo para Johnson al perder una circunscripción inglesa controlada por los conservadores desde 1830.

Boris Johnson sufrió un nuevo batacazo este jueves al perder el apoyo de los electores en la circunscripción inglesa de North Shropshire, donde se celebró una votación para elegir al sucesor del conservador Owen Paterson, que dimitió hace unas semanas por un escándalo de conflicto de intereses tras ser la cabeza de esta localidad durante casi un cuarto de siglo. El triunfo de la liberaldemócrata Helen Morgan supone así una muestra más de que el primer ministro británico está sufriendo una crisis de liderazgo que se manifiesta, por un lado, con la baja calificación en las encuestas, y, por otro, con la oposición que enfrenta entre sus propias filas y sus propios electorales. Morgan obtuvo 17.957 votos, dejando al conservador Neil Shastri-Hurst con 12.032 y dando a los demócratas liberales una mayoría de 5.925. «Esta noche, la gente de North Shropshire ha hablado en nombre del pueblo británico», dijo en su discurso de victoria, Morgan. «Han dicho alto y claro: ‘ Boris Johnson, se acabó la fiesta’», espetó. Y añadió que su victoria se logró gracias a «miles de votantes conservadores de toda la vida, consternados por la falta de decencia de Boris Johnson y hartos de que se les dé por sentado».

Entre las 7 de la mañana y las diez de la noche los votantes acudieron a las urnas, en las que finalmente la mayoría expresó su disconformidad con las políticas de Johnson y con la polémica que obligó a la renuncia de Paterson, que supuestamente intercedió a favor del laboratorio Randox ante el gobierno mientras trabajaba como asesor de la compañía, que realiza test de Covid en el país.

Owen ganó por primera vez el escaño en 1997, pero además de su labor como diputado ejercía como consultor de Randox, que le pagaba según el diario The Guardian un sueldo 99.996 libras (unos 117.000 euros) por 16 horas de trabajo al mes; y del distribuidor de salchichas Lynn’s Country Foods, donde ganaba 12.000 libras anuales por cuatro horas de trabajo cada dos meses. Ambas empresas tiene su sede en Irlanda del Norte. A esto se sumaba su salario de casi 82.000 libras como diputado, que no incluye las dietas. Fue ese diario el que denunció en el 2019 que Paterson había hecho cabildeo a favor de estas compañías para conseguir contratos del gobierno. Esta noticia provocó una investigación cuyo resultado se publicó a finales de octubre de este año, y que concluyó que el parlamentario violó las reglas de la Cámara ya que «utilizó su posición privilegiada como miembro del Parlamento para asegurar beneficios para dos empresas de las que era consultor remunerado».

Paterson rechazó las conclusiones y el primer ministro lo apoyó. En lugar de suspenderlo, un grupo de tories aprobó una enmienda para establecer un nuevo comité destinado a analizar el modo en el que se investiga a los diputados. La furia opositora de otros partidos y en las propias filas obligó a Johnson a dar marcha atrás en su apoyo y a Paterson a renunciar. «Los últimos dos años han sido una pesadilla indescriptible para mi familia y para mí. Mi integridad, que aprecio mucho, ha sido cuestionada reiterada y públicamente. Sostengo que soy totalmente inocente de lo que se me ha acusado y que actué en todo momento en interés de la salud y la seguridad públicas», aseguró entonces. También señaló el proceso, que calificó como «imparcial», como uno de los motivos del suicidio de su esposa, Rose Paterson, el año pasado.

«Desastre absoluto»
North Shropshire ha estado en manos de los conservadores desde 1830. Pese a que en estas elecciones había 14 candidatos, los dos principales eran Morgan y el conservador Neil Shastri-Hurst. «Si perdemos, sería un desastre absoluto para el primer ministro», dijo un diputado conservador a The Guardian antes de las elecciones, que añadió que eso solo demostraría «lo mal que se han puesto las cosas». Tal pérdida podría provocar «cambios radicales» en Downing Street, aseguró otro, que puntualizó que «la gente ha sido leal hasta ahora, pero ha mostrado sus dientes en los últimos meses, y una pérdida empeorará las cosas para el primer ministro. No hay autoridad, no hay control».

Asimismo, el candidato conservador Shastri-Hurst, de 38 años, abogado y ex médico del ejército, calificó el resultado como «decepcionante» y reconoció que los votantes reaccionaron con «malestar y enojo» a las noticias de que en las pasadas Navidades se celebraron fiestas prohibidas en Downing Street. Esta votación se convierte así en un termómetro que mide el liderazgo de Johnson, que ha sufrido lo que la prensa local ya llamaba la mañana de este viernes, tras conocerse los resultados, una «humillación» y Oliver Dowden, presidente del Partido Conservador, dijo que los votantes de North Shropshire habían dado una «patada» a los tories. El arzobispo de Canterbury pidió a los tories «reconocer dónde han salido mal las cosas», al tiempo que manifestaba su «decepción» por las fiestas del Ejecutivo mientras las reglas del Covid-19 impedían mezclarse entre personas de diferentes burbujas.

Este nuevo varapalo para el primer ministro llega en la misma semana en que un centenar de diputados de sus propias filas se rebelaron contra él en la votación en el Parlamento de las medidas para atajar la propagación de la nueva variante del Covid-19, Ómicron.

Fuente: ABC.

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