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Biden da la espalda a los sin papeles venezolanos y los deporta a Colombia.

Después de haber dejado entrar a la mayoría de los que pidieron asilo en el último año, Joe Biden ha decidido que a partir de ahora, los venezolanos que traten de cruzar de forma irregular desde México serán deportados no a su país, sino a Colombia, que los acogerá. El actual presidente mantiene las medidas más restrictivas de la era Trump en lo que respecta a devoluciones en caliente de sin papeles detenidos tras cruzar la frontera.

En diciembre de 2021 fueron detenidos por la policía de fronteras estadounidense 24.819 venezolanos, frente a los 206 del mismo mes del año previo, según los detalles hechos públicos por el gobierno federal estadounidense esta semana. Son ya seis millones los venezolanos exiliados que han tenido que huir de la miseria y la represión del chavismo, el mayor éxodo de la historia del continente americano, y uno de los mayores del mundo.

El Departamento de Seguridad Nacional dijo el lunes que ya devuelve a los venezolanos a Colombia si han pasado antes por ese país, aplicando un decreto de la era Trump que le permite al presidente efectuar devoluciones en caliente por la crisis sanitaria de la pandemia. Ya el 27 de enero EE.UU. devolvió a Colombia a dos ciudadanos venezolanos después de que cruzaran de México sin los visados en regla, según un comunicado oficial. La mayoría de esos exiliados no tienen más remedio que salir de su país a pie por Colombia.

Desde 2019, la Casa Blanca no reconoce al dictador Nicolás Maduro como el presidente legítimo de su país, y por lo tanto no puede repatriar a los venezolanos detenidos, como sí hace con mexicanos o haitianos, entre otros. Al grueso de los centroamericanos detenidos, EE.UU. les deporta a México para que allí esperen una decisión sobre sus solicitudes o regresen a sus países de origen si no son esos.

Por su parte, la mayoría de los exiliados venezolanos se han reasentado en Suramérica. Colombia ha sido el mayor receptor de inmigrantes, con casi 2 millones. En Perú hay un millón, y en Chile algo más de la mitad.

Aumento de detenciones
Desde su llegada al poder hace un año, Biden ha visto un aumento dramático del número de detenciones de sin papeles en EE.UU. En el año fiscal que acabó en septiembre de 2021 hubo 1,7 millones de arrestos. Según pudo comprobar este diario durante una visita a la frontera con México, miles de exiliados del chavismo comenzaron a cruzar ese país a mediados de 2020, y se amasaron en diversos puntos fronterizos con la intención de entregarse y pedir asilo.

Durante los últimos años de la Administración Trump y los primeros meses de la de Biden, muchos de ellos eran devueltos en caliente a México, que había aceptado convertirse en un país de espera de inmigrantes que solicitaban a las cortes de justicia estadounidenses que les aprobaran el asilo u otro visado migratorio.

El nuevo presidente implementó una reapertura de la frontera paulatina: primero dejó de deportar a una gran parte de los menores de edad que habían cruzado solos y después comenzó a dar cita a los peticionarios de asilo adultos que habían sido ya deportados, con prioridad a las familias con niños.

En esa ronda entraron ya numerosos venezolanos que esperaban en México, tras haber intentado el cruce por zonas peligrosas de desierto o cruzando al río Bravo, muchas veces víctimas de los traficantes de personas y del narco. Después Biden puso fin al Programa de Protección de Migrantes de Trump, pero un juzgado le obligó a reinstaurarlo en agosto.

Inmigrantes centroamericanos cruzan el Río Grande, en 2021, para llegar a Estados Unidos
Inmigrantes centroamericanos cruzan el Río Grande, en 2021, para llegar a Estados Unidos – EFE
La prioridad en entrada de peticionarios de asilo en los meses finales de la Administración Trump la tuvieron, por este orden, venezolanos, cubanos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses, colombianos, guatemaltecos, peruanos, brasileños y ecuatorianos, según una base de datos migratoria de la Universidad de Syracuse.

Al llegar a la Casa Blanca, el presidente Biden planteó una amnistía para los 11 millones de indocumentados que se estima viven en EE.UU., algo para lo que necesita al Capitolio y que ha quedado en una suerte de limbo por la crisis en la frontera.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, dijo el año pasado que negarles derecho de asilo a esas personas y expulsarlas del país, alegando la crisis sanitaria del coronavirus, viola «preceptos centrales» de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de la ONU de 1951, y que las expulsiones han tenido «consecuencias humanitarias graves en el norte de México».

Calcula además el servicio migratorio de EE.UU. que hay en este país más de 320.000 venezolanos en situación irregular. Esta cifra la reveló la Casa Blanca después de que, en una de sus últimas decisiones en el cargo, Trump, otorgó amparo de deportación de los venezolanos por la crisis humanitaria en su país. Se trata del llamado Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) a los venezolanos sin papeles que hubieran estado de forma continua en EE.UU. hasta el 20 de enero de 2021.

Fuente: ABC.

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