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Xi Jinping asegura a Biden, durante una videoconferencia, que «el conflicto no interesa a nadie».

El presidente de China, Xi Jinping, defendió hoy en una llamada con su homólogo estadounidense, Joe Biden, que la guerra no va en beneficio de nadie.

«Las relaciones entre Estados no pueden llegar al escenario de la confrontación militar. El conflicto y la confrontación no interesan a nadie», le dijo durante una videoconferencia, según han asegurado los medios estatales chinos. «La paz y la seguridad son los tesoros más valiosos de la comunidad internacional», afirmó en una llamada que, según fuentes estadounidenses, fue larga: arrancó poco después de las nueve de la mañana (dos de la tarde en España) y concluyó poco antes de las once (cuatro de la tarde en España).

Es una postura similar a la que ha mantenido la delegación de China en el tratamiento de la invasión de Ucrania en la ONU: llamamiento a la paz y al diálogo, pero siempre sin referirse a quién es el agresor y mucho menos a condenarlo.

La conversación entre los líderes de las dos grandes potencias globales se ha producido en un momento clave de la invasión de Ucrania, mientras Rusia intensifica sus bombardeos, con cada vez más incidencia en la población civil, pero sin conseguir lograr sus objetivos de derrocar al Gobierno de Kiev o la cesión oficial de territorios prorrusos como Crimea y el Dombás.

China es una pieza clave en la evolución del conflicto: es el principal socio de Rusia y sus dos líderes, Xi y Vladimir Putin, estrecharon la relación poco antes de la invasión con la declaración de una «alianza sin límites» entre ambos países.

La llamada de Biden busca presionar a Xi para que China no lance un salvavidas a Putin para prolongar y justificar su agresión a Ucrania. En los últimos días, la inteligencia estadounidense ha denunciado que Pekín considera el envío de ayuda militar a Rusia. Biden quiere evitarlo a toda costa, así como que China sirva para que Rusia evada las sanciones económicas masivas que le han impuesto EE.UU. y sus socios occidentales.

La invasión ha colocado a China en una situación incómoda: el gigante asiático ha defendido de manera consistente en el ámbito internacional los principios de respeto a la soberanía y a la integridad territorial de los países, precisamente, los que Rusia ha vulnerado con su agresión. Pero, al mismo tiempo, se enfrenta con EE.UU. en el escenario geopolítico, en una rivalidad que marcará las relaciones internacionales en el siglo XXI. Al mismo tiempo, la invasión en Ucrania y sus consecuencias podrían tener impacto en las propias reclamaciones territoriales de China. En especial, el caso de Taiwán. Pocas horas antes de la llamada, un portaviones chino cruzó el estrecho de Taiwán.

El resultado es que China no ha dado espaldarazos a Rusia pero tampoco la ha condenado, buscando un equilibrio que cada vez, con el deterioro de la guerra, es más difícil.

«China tiene que estar en el lado correcto de la historia», dijo la subsecretaria de Estado Wendy Sherman poco antes de la conversación entre los dos líderes.

Fuente: ABC.

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