El Madrid disputará la final de la Supercopa Endesa después de eliminar al Betis de forma contundente, aunque el triunfo blanco se gestó en la segunda parte. El equipo de Luis Casimiro plantó cara en los dos primeros cuartos. Incluso en buena parte del tercero, pero cuando se le acabó la gasolina, el Madrid se convirtió en un vendaval que puso sobre la mesa sus credenciales para ganar todos los títulos en juego. No obstante, la piedra de toque será la final de este domingo, en la que presumiblemente jugará ante el Barcelona. El equipo azulgrana se juega esta noche la otra plaza ante el Juventut de Badalona. Los de Chus Mateo quieren sumar su quinta Supercopa consecutiva, cuando solo falta una semana para que empiece la Liga.
Inicio equilibrado de partido, con el Betis plantándole cara al Real Madrid, espoleado por su afición e ilusionado por disputar una competición oficial en la que los blancos se sienten como en el salón de su casa. Los actuales campeones de Liga llagaban al Palacio de los deportes San Pablo luciendo su hegemonía, cuatro Supercopas consecutivas y muchas ganas de sumarle una quinta, que sería la novena del palmarés. Una semana después del éxtasis deportivo que supuso la medalla de oro en Berlín, la afición bética estaba animada y dispuesta a dar la sorpresa, aunque consicientes que su equipo está en construcción.
Pedía Luis Casimiro que movieran el balón e imprimieran un alto ritmo de juego. Inicio soñado para el Betis, que a base de triples se mantenía en ventaja en el marcador. Kurucs, Bertans y Tsalmpouris no fallaban desde la línea de tres, aunque Yabusele y Deck daban la respuesta. Le duró el dominio a los andaluces siete minutos. A partir de ahí se pudo por delante el Real Madrid, que ya manejaba en partido con el Chacho en pista. Brillante final del primer cuarto con un lanzamiento triple de Johnson para apretar el electrónico (21-25).
El segundo cuarto comenzó con la primera canasta de Llull, aumentando la ventaja blanca. Se enfadaba en la banda Chus Mateo, por la poca contundencia en defensa de su equipo. No lograba el Madrid marcharse y el Betis se encontraba cómodo (25-28) pero se empezaban a imponer las defensas como la de Causeur a Evans. A falta de tres minutos, los blancos se iban a nueve puntos (25-34). Malas decisiones verdiblancas y mucha calidad en el equipo de Chus Mateo, con Yabusele marcando diferencias desde la larga distancia, Tabares bajo el aro y Causeur en la pintura. Recortaba Evans con un triple pero recibía en la siguiente jugada un tapón descomunal de Tabares, que le enviaba al suelo. No se arredraba el base del Betis, que sumaba cinco puntos más (triple y otra canasta tras robar el balón) y forzaba el tiempo muerto de Chus Mateo. Cuando parecía que se llegaría al descanso sin más movimiento en el marcador, a falta de un segundo, el Chacho se inventó una asistencia para que Deck tuviera que tocar solo dentro del aro. Una genialidad más del jugador blanco en un partido plagado de errores. Se llegaba al descanso con las espadas en todo lo alto (35-42), con una ligera ventaja del Real Madrid.
