Abandona el fútbol profesional uno de los delanteros más relevantes del panorama europeo de la última década; se va Gonzalo Higuaín tras despegar en River, levantar al Bernabéu en sus primeros años en el Real Madrid y brillar en el Calcio, donde se hartó a meter goles en Nápoles y Juventus. Y ya en su ocaso como futbolista, en su tercera temporada en el Inter Miami de David Beckham de la MLS, el Pipita cuelga las botas.
«Llegó el día de decir adiós al fútbol. Una profesión que tanto me dio, de la que me siento un privilegiado de haberla vivido, con sus momentos buenos y no tan buenos», señaló el argentino en la rueda de prensa donde anunció su adiós. Sin embargo, por lo pronto, aún le quedan dos partidos de liga regular en la MLS ante el Orlando City y el CF Montreal. Asimismo, en la actualidad, su equipo está en puestos de playoff, por lo que el equipo de Florida aún podría pelear por el título de la mejor competición futbolística de Estados Unidos y alargar un poco más la carrera de Higuaín.
«Es el momento de decir basta, es el momento de disfrutar de mi familia. La decisión de dejar el fútbol profesional fue tomada hace tres o cuatro meses, se lo comuniqué al club. Llegamos a un acuerdo, no fue de un día para otro. Yo ya venía trabajándolo hace años», reveló el atacante, visiblemente emocionado.
Una meritoria carrera
Con más de 300 goles como profesional, en su guadianesca pero inmensa cerrera, Higuaín siempre estuvo abonado al gol. Así, tras llegar de River Plate al Santiago Bernabéu siendo un adolescente de 19 años, pronto se hizo con los aplausos del templo blanco por su ímpetu, sus eléctricas ganas de hacer gol. Y, tras ser uno de los artífices de las Ligas de Capello y Schuster y tras 107 goles en el Real Madrid, abandonó la capital en 2013 en busca de un liderazgo que en Madrid nunca tuvo.
Aparte de sus goles de blanco, como el de Pamplona para ganar la Liga 2011-12, la afición madridista siempre recordará con dolor aquella ocasión errada ante el Lyon en los octavos de final de la Champions League 2010 (cuando regateó a Llorís y a puerta vacía mandó la bola al palo) que le costó la eliminación al Real Madrid.
